5 razones para leer relatos

Hay países que tradicionalmente no han sido conocidos por ser grandes cultivadores del género del relato. A diferencia de la literatura latinoamericana, que tiene claros ejemplos de cuentistas famosos como Borges, Cortázar o Quiroga, o la literatura estadounidense, con exponentes como Carver o Hemingway, los autores españoles más influyentes en el canon no son especialmente conocidos por su aportación a este género. Es quizá por este desconocimiento o falta de tradición que el cuento no es un tipo de literatura tan ampliamente extendido en los lectores españoles. Sin embargo, hoy en día estamos ante un auge del relato, prueba viviente de ello es la editorial Páginas de espuma, que desde 1999 es la única editorial dedicada a este género en España. Por eso esta semana os traemos 5 razones por las que leer cuentos. Empezamos:

1. Lo bueno, si es breve, dos veces bueno.

Y es que ya lo dice el refranero español. Un buen relato tiene la capacidad de generar un impacto muy poderoso en un tiempo récord; es intensidad de principio a fin. Todos tenemos en mente algún relato especialmente memorable, ya sea porque nos dejó pensando o porque nos sacudió con una emoción muy poderosa. Es ese momento en el que, entre relato y relato, uno necesita reposar durante unos segundos el libro contra el pecho y, simplemente, asimilar. Eso es a lo que se debe un buen relato.

2. Tenemos vidas muy ocupadas

A veces, por mucho que uno quiera sumergirse en una buena novela, la falta de tiempo o la carga mental de un día duro nos impiden dedicarnos como es debido a un libro extenso. En estos momentos, no hay nada mejor que un buen relato para satisfacer esta ansia lectora. La sensación de realización al completar una lectura es un placer incomparable, y para la persona ocupada, que encuentra ratitos intermitentes ya sea en el tren o antes de dormir, tener en su poder un buen libro de relatos es un recurso valiosísimo.

3. Leer es un viaje.

¿Te imaginas que pudieras viajar a un mundo completamente diferente mientras te tomas un café? Cuando viajas, regresas con una serie de recuerdos, ideas y perspectivas nuevas que te forman como una versión más enriquecida de ti mismo. Los libros, como los viajes, son experiencias, y el lector de relato tiene la suerte de ser un viajero muy experimentado.

4. Retomar buenos hábitos.

Todos hemos pasado por bloqueos lectores. En estas circunstancias, leer en formatos más extensos puede complicarse, y salir de esta dinámica puede convertirse en una tarea imposible. Por eso leer relatos es una forma fantástica de recuperar el hábito de lectura, porque nuestro cerebro se queda con esa sensación de consecución y de placer por la lectura terminada de la que ya hablábamos. Este pequeño empujoncito puede ser determinante a la hora de retomar buenos hábitos.

5. Descubrir nuevos autores e historias.

Quizás nunca habías considerado leer relatos, pero podrías estar perdiéndote incontables historias e incluso autores fascinantes que no imaginas. Un ejemplo es Iban Zaldua, el prologuista de La mancha del alma, actualmente uno de los cuentistas y, en general, escritores más interesantes en el panorama literario español. Su última colección de cuentos es Ipuina egainua da, que aborda temas tan interesantes y dispares como los conflictos entre padres e hijos, la música pop o la sociedad actual y el uso que hace de las redes sociales. Aunque si no sabes euskera tiene títulos de sobra para elegir, como por ejemplo Como si todo hubiera pasado, un volumen de 42 cuentos sobre el conflicto vasco, o Panfletario, una interesante recopilación de cuentos, decálogos, panfletos y otros escritos en torno a la literatura.

     

Esperamos que este artículo os haya convencido para empezar a leer relatos, y que no os perdáis la salida a la venta de La mancha del alma este mayo.

Patricia